domingo, 25 de septiembre de 2011

Testamento.



Aquellas personas que estoy a punto de nombrar son aquellas que significan más para mí, o que han dejado una huella muy importante en mi vida y en lo que soy en el momento que escribo esto. Jamás terminaré de agradecer a todos los que me hablaron o aconsejaron o apoyaron mientras estuve en este mundo, incluso después de muerto los seguiré recordando y queriendo, e incluso después de muerto estaré agradecido (Olviden lo de la muerte, creo que este testamento es más un pretexto para decir lo que tenga que decir)

No puedo comenzar esto sin nombrar a mi hermana. Claudia Julca, tú eres y serás la persona que más he querido. Eres la hermana más imperfecta que pueda existir. Eres molestosa, eres espontánea, eres ocurrente y tienes aquello que yo jamás tendré, piel clara. Me has humillado frente a amigos y personas diversas durante años, y a pesar de eso eres aquella de la que estoy más orgulloso, aquella con la que tengo las más bellas memorias de mi vida, aquella que me ha ayudado incluso cuando no supo que me ayudó. A ti te dejo todos los bienes que tenga, excluyendo los que estén a punto de ser nombrados en los siguientes párrafos, esos pertenecerán a los que se indiquen.

A mis padres, doña Doris y don Francisco, a ustedes no les puedo dejar nada porque los regalos no se devuelven, y ustedes son aquellos que me han regalado todas y cada una de las cosas que tengo sin pedir nada a cambio (salvo buenas notas y buen comportamiento). Los quiero, no se los digo siempre, pero cuando pienso en ustedes no puedo pensar en otra cosa que no sea orgullo.

A Brian Castro, mi hermano que en realidad es medio hermano pero que odio llamar así y que prefiero llamar hermano porque lo quiero como tal. A ti no te dejo nada aun, porque eres demasiado pequeño y no me recordarás. Te dejaré algo cuando renueve el testamento, que es cada año.

Y ahí acaba la lista de familiares. Ustedes son mi única familia. Comienzan los amigos.

A las hermanas Aguilar Cabel, Carolyn y Lalleska. A una ya no le hablo, pero hemos vivido tanto que es imposible no mencionarla. La otra me ha ayudado tanto que serio no prudente no mencionarla. A ustedes y a toda su familia que siempre me trato como un miembro más, a ustedes les dejo todos los momentos vividos, quisiera dejarles más pero todo lo gasté en las frejoladas tan deliciosas que la señora Clara preparaba.

A Raid Pimentel. Mi mejor amigo, te veo mas poco de lo que me gustaría, y sin embargo cuando estoy contigo es cuando vuelvo a ser aquel Frank que fui cuando te conocí, el que usaba esa gorrita, ¿recuerdas? Te dejo los lentes que te presté y que hasta ahora no me devuelves, sé que es poco, pero no puedes descontar todas aquellas veces que fuimos al cine. Tú me has mostrado que es bueno es uno mismo, y por eso te quiero. Gracias.

A Claudia Erazo le dejo las agarradas de teta, los peñiscos y toda la diversión que hemos tenido. ¿Algo material? La pulsera que te quité, y que siempre uso, además de los discos de Rihanna que están en la primera gaveta de mi mesa de noche. A Fabiola Gutierrez y a Hilary Chang les dejo también las agarradas y palpadas de teta, y además los secretos que ellas ya saben. Escucharon lo que tuve que decir y lo hicieron sin soltar un comentario negativo, las quiero y siempre las querré por eso. A Giuliana le dejo el Appleton pues, el que tengo escondido en mi cuarto para alguna emergencia que requiera de cura etílica. Te quiero Giuli, a pesar que creas que me distancio, simplemente trato de probarme cosas, lo siento si alguna vez hice creer que esos problemas tenían que ver con ustedes. Las quiero a todas, son la definición de genial.

A Franco Alarcón. Retomamos contacto después de siglos, y sin embargo siento que la amistad que alguna vez tuvimos nunca desfalleció. A ti te dejo lo que me has pedido que te deje, convenido de miércoles, el Blackberry y también el Ipod, con la condición que no se borre ninguna de las canciones ya existentes. Eres un éxito, “flaco”. Sabes a lo que me refiero.

A Dado Barría. Te quiero pero no te dejo nada, hijito, debes aprender a ser maduro. Admitámoslo, tampoco me dejarías nada, paras misio. A Pedro si le dejo los libros de francés, y también todos los libros de idiomas que tengo, que no son muchos pero que significan un montón para mí, esperando a que los lea y que pueda ingresar a la Católica.

A Brian Segura. Te dejo el numero que me estuviste pidiendo por tanto tiempo, a pesar que se que ya lo conseguiste. Tu causa es noble pero tu método es estúpido. Te ayudaría, pero en el momento en que estoy escribiendo esto estás enojado conmigo, y yo ni sé por qué. Admiro tu constancia, en serio lo hago. Gracias por tratar de ser un buen amigo.

A los chicos del conocido gremio de “La Mafia”. A ustedes no les dejo nada, sería injusto ya que ustedes todo lo consiguen gratis, si saben a lo que me refiero.

A Mercedes Ramos. Tus sermones solo prueban que te importo. Eres una hermana. Te dejo las novelas que tengo, y además el libro de Osho que alguna vez me regalaste, regalarme un libro también muestra cuento te importo. A Shaila Salviz, solo quiero recordar los buenos momentos, al igual que Meche, todo lo que me has dicho lo has dicho de corazón y con el deseo de ayudar.

A Melissa Sosa. Haber estado a tu lado siempre ha sido una suerte, me has hecho reír con tus ocurrencias como no lo hago con nadie, y ni te esfuerzas, ¿cómo es que lo haces? Te dejaría el Blackberry pero ya se lo deje a otra persona. Te dejo mis créditos de la universidad pues, son un buen regalo, en especial porque me costaron mucho. Espero te sirvan (es broma, se que no te servirán porque no son transferibles)

A mi promoción. Dios, mi promoción, les dejo al Frank que fui pero que ya no soy. Esos no fueron los mejores años de mi vida, pero vaya que con ustedes las cosas fueron buenas. Le deseo a cada uno de ustedes lo mejor, a pesar que algunos de ustedes no me lo desearían a mí.

A los chicos de la alianza francesa. Tengo que mencionar que no los conozco por mucho tiempo, así que creerán que soy un ridículo por hacer una cosa tan ocurrente como un testamento. Pero esto es lo que soy, escribo hasta lo que no tengo que, así que no me juzguen. Les dejo los tweets, supongo (eso va para 
Andrea y Marisol) y también las conversaciones filosofales que se realizaron en la poste. Son lo máximo, chicos.

A los chicos de la página les dejo la página en sí. Aprovechen, ya no tendrán a ese administrador estrella súper quejumbroso que los obligue a publicar cosas, ahora la pagina será toda suya.
A los lectores de mis fanfics. A ustedes les dejo mi escritura mediocre. Nunca, nunca terminaré de agradecer a todos aquellos que comentaron mis historias, incluso cuando no tenían que hacerlo, incluso cuando no me conocen y probablemente no me conocerán, se toman su tiempo y dejan un comentario. Valen oro, simplemente eso.

A los amigos que no estoy mencionando, no me maten, si me conocen significa que saben acerca de mi amnesia imaginaria, o sea de la habilidad (me gusta considerarlo una habilidad) con la que olvido las cosas.

Todo lo escribí con mis facultades neuronales y sensoriales en completo estado saludable, lo juro, ni una gota de alcohol. Soy un dramático empedernido, eso lo saben, pero, ¿porque siempre la palabra dramático se tiene que asociar con algo malo? Al escribir este testamento estoy siéndolo, pero gracias a eso estoy siendo capaz de decir cosas que no digo muy a menudo.

Gracias por haber leído. Hasta la otra vida.

Frank.

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